Como somos especiales hacemos cosas especiales, nos levantamos a la mañana y desayunamos, que especiales que somos, que desayuno especial comemos, tostadas especiales y mermelada especial, café especial, fruta especial, cereales especiales, luego a cagar mierda especial.
¿Qué es lo que a un triatleta, a varios triatletas les hace pensar que formar parte de este colectivo de mamones que nos gastamos la pasta en juguetes caros, muy caros, muchos más caros de lo que pueden llegar a valer nuestras piernas, les hace pensar que este deporte nos transforma en más nobles que al resto, más caballeros que al resto, más valientes que el resto?
¿Que nos la pasamos haciéndonos pajas mirando pedazos de carbono retorcido o goma moldeada bien pegadita al cuerpo?
¿Que nos damos cuenta que ahora el titanio mola, que el que lleve carbono ya no será tan especial?
¿Que mientras llevamos un poco más allá nuestro umbral anaeróbico y del dolor y de paso el de la idiotez, sufriendo y sudando, sudando mucho con el pecho al aire recién depilado, nuestra pareja está en casa limpiando la mierda del niño? Nunca vi un par de acoples parados al costado del camino ayudando a cambiar una cámara, es que somos tan importantes, tan nobles, tan sufridos y experimentados que no podemos fijarnos en menudencias terrenales. Nunca en una boya a alguien pararse, dejar pasar, intentar no pegarle a nadie. Eso sí, todos nos chocamos las manos y nos damos ánimos cuando nos cruzamos en la maratón, somos muy compañeros.
Somos tan especiales, tan únicos y nobles que somos mejor que todos los demás deportistas del listado COI, por algo somos un deporte olímpico, y en tiempo record. Lo que nos diferencia de los otros deportes es lo que nos hace fuerte, invencibles, esos sucios y populares deportes donde la gente se divierte participando como deportista y como espectador, nadie de ellos sabe lo que es sufrir, solo se divierten, no sirven para nada, luego se toman unas cervezas, unas bravas y ni idea de lo que es recuperar. Ignorantes, si apenas tienen que llevar una pelota entre 10. Ni saben lo que es vivir para la máquina, ser hombre-maquina.
Kraftwerk nos lo vaticinó, somos la evolución de la especie, el hombre-máquina, la cabeza controla cuerpo, el cuerpo a nuestro servicio, la máquina integrada a la carne, die mensch-maschine. Anima sana In corpore sana, somos Grecia Antigua, Carlo Mango conquistando el mundo con su ejercito de hombres-dioses, del Olimpo a la tierra, del cielo a Kona.
¿Que es lo que nos hace especiales? Lo gilipollas que somos, eso, eso si nos hace especiales.